Al no levantar el vuelo la venta del avión presidencial mexicano, el gobernante Andrés Manuel López Obrador optó finalmente el viernes por realizar una rifa con premios de un millón de dólares en efectivo, mientras sigue buscando comprador para la lujosa aeronave.
Después de poner sobre la mesa durante semanas la posibilidad de sortear y entregar el aparato al ganador, lo que generó un sinfín de bromas en las redes sociales, el mandatario tuvo que rectificar y recurrir a fondos públicos para llevar adelante la iniciativa.
El sorteo, organizado por la Lotería Nacional, será el próximo 15 de septiembre durante los festejos del Día de la Independencia del país, pero aunque en el boleto aparece la imagen del avión presidencial, los ganadores no se llevarán el aparato, símbolo de las prácticas “faraónicas” de sus antecesores, según López Obrador.
Los 100 premios de 20 millones de pesos cada uno (poco más de un millón de dólares) serán cubiertos con dinero del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, procedente de los decomisos de bienes a las delincuencia organizada. Lo recaudado en el sorteo se destinará a equipamientos para hospitales públicos y a mantener la aeronave.