Seguramente habrás levantado las cejas luego de leer el título de este artículo. Y no es para menos, pues la naturaleza no deja de sorprendernos con hechos tan extraños como las palmeras que caminan, los megalitos de Stonehenge o con los numerosos paisajes surrealistas que nuestro planeta exhibe . En esta ocasión te hablaremos de los Trovants, las extraordinarias rocas que, según el portal When on Earth, literalmente crecen y se reproducen, y cuya existencia puede evidenciarse en Rumanía.

Si bien parecen a simple vista rocas comunes, los minerólogos hallaron en ellas características muy especiales que las convierten en un tesoro único.

¿De qué están compuestos los Trovants?

Los Trovants están compuestos principalmente de un núcleo de roca dura, y el resto está formado por arena, que se forma alrededor del núcleo como una especie de caparazón. Según los expertos, pueden tener una antigüedad de unos seis millones de años y habrían comenzado formándose como pequeños pedruscos hasta alcanzar los diez metros. Pero este crecimiento toma bastante tiempo: aproximadamente tardan unos 1.000 años en aumentar entre 4 y 5 centímetros.

El incremento de la masa de estas piedras fue observado de forma microscópica por los científicos, que diseccionaron múltiples muestras para intentar descubrir el secreto de este fenómeno. Al abrirlas, encontraron una estructura parecida a la de los anillos circulares que conforman el tronco de un árbol, lo cual sirvió para hacer una estimación de la edad de algunas piezas.

Luego de múltiples y distintos análisis, sobre los Trovants -declarados por la Unesco como monumento de la humanidad- se formularon varias teorías relacionadas con su capacidad para aumentar de tamaño. La formación de estas piedras surgió a través de acumulaciones de arena altamente porosa y depósitos de arenisca por aguas ricas en carbonato de calcio.

¿Qué hace que estas rocas crezcan y se multipliquen?

Precisamente las aguas ricas en este compuesto químico son las que desvelan el secreto del crecimiento de los Trovants, haciendo que la roca aumente su tamaño gracias a la presencia de agua de lluvia.

Tras una fuerte precipitación, las piedras absorben los minerales de la lluvia, que al mismo tiempo se mezclan con los compuestos químicos ya presentes en ellas. Al generarse una reacción y presión natural en el interior, los Trovants van creciendo desde el núcleo hasta sus extremos y se multiplican, con una tasa de deposición de alrededor de 4-5 centímetros en un milenio.

Estas estructuras rocosas generalmente presentan formas suaves y sin bordes: son cilíndricas, nodulares y esféricas, lo cual indica que no son consistentes y se desarrollan a medida que crecen y se reproducen debido a la secreción irregular de cemento. Estas formaciones crecen desde unos pocos milímetros hasta alcanzar los 10 metros.

La rareza de los Trovants no solo radica en su estructura y capacidad para crecer y reproducirse. También pueden desplazarse de un lugar a otro. Aparte de eso, también tienen extensiones en forma de raíz y anillos de crecimiento visibles cuando se corta la piedra, pero los científicos aún tienen que hallar una explicación de estas características únicas.

¿Cómo se originaron?

Estas piedras surgieron debido a los terremotos ocurridos hace seis millones de años. El reservorio de arena se creó tras la sucesiva sedimentación del material detrítico transportado por los ríos.

Entre los lugares que más abundan los Trovants se encuentra el condado de Valcea en Rumania. Quienes deseen observarlos pueden dirigirse a una cantera de arena cercana al pueblo de Costeşti o a lo largo de un río en el arroyo Gresarea, cerca del pueblo de Oteşani, a unos 15 km de Horezu. También pueden verse en la Reserva Natural “Museo Trovants” administrado por la asociación Kogayon, que tiene como objetivo concienciar sobre la protección del medio ambiente. Este museo ubicado dentro del pueblo de Costeşti está protegido por la UNESCO.

Con características combinadas de una planta y una roca, es confuso determinar si los Trovants deben clasificarse como seres vivos o no vivos. En cualquier caso, vivas o no, estas piedras que crecen seguramente son interesantes de ver, tocar y usar. Además de su uso generalizado como material de construcción para lápidas, los lugareños también las usan para hacer recuerdos.

Los Trovants no solo pueden verse en Rumanía, sino que también se encuentran en Rusia, las estepas de Kazajstán o la República Checa.

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